una posible rebelión, pero
todos se rehusaron a brindárselo. Por la noche Castelli y Martín Rodríguez
insistieron ante el virrey con el pedido de cabildo abierto. El virrey dijo que
era una insolencia y un atrevimiento y quiso improvisar un discurso pero
Rodríguez le advirtió que tenía cinco minutos para decidir. Cisneros le
contestó "Ya que el pueblo no me quiere y el ejército me abandona, hagan
ustedes lo que quieran" y convocó al Cabildo para el día 22 de Mayo. En el
"Café de los Catalanes y en "La Fonda de las Naciones", los
criollos discutían sobre las mejores estrategias para pasar a la acción
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